jueves, 2 de junio de 2011

La estupidez humana

Desde mi primera juventud he afirmado siempre que la brutalidad (referida a la necedad y a la torpeza de quien no sabe lo que debía o podía saber) debería ser castigada con la pena máxima, posición que con honestidad no ha sido producto de profundos análisis conscientes ni mucho menos, pues si algo no soy es gran pensador.    


Albert Einstein 1893

Leí hace poco, un post de mi querida Lorna, citando una frase de Einstein  (Ulm, Alemania, 14 de marzo de 1879 – Princeton, Estados Unidos, 18 de abril de 1955):

"Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera"

Es increíble también el aparentemente infinito material escrito sobre el tema de la estupidez que se puede encontrar. 

Siempre entendí la estupidez tal como es definida en el Diccionario de la Lengua Española: Torpeza notable en comprender las cosas. Por eso me sorprendió un poco en principio lo planteado por el historiador italiano, especializado en historia de la economía Carlos Cipolla (1922-2000),  en su trabajo de 1988 titulado, “Allegro ma non troppo”.  Cipolla define la Estupidez en una de sus “5 leyes fundamentales de la estupidez humana” en términos referidos a la capacidad de causar daño o beneficios a otros y a sí mismo (¿?). Sus enunciados son:
Primera Ley Fundamental: Siempre e inevitablemente todos subestiman el número de individuos estúpidos en circulación
Segunda Ley Fundamental: La probabilidad de que cierta persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de esa persona.

Tercera Ley Fundamental (o de Oro): Una persona estúpida es aquella que causa pérdidas a otra persona o grupo de personas sin obtener ninguna ganancia para sí mismo e incluso incurriendo en pérdidas.
· Desgraciado (D): aquel que se causa un perjuicio a sí mismo, beneficiando a los demás.
· Inteligente (I): aquel que se beneficia a sí mismo, beneficiando a los demás.
· Bandido (B): aquel que obtiene beneficios para sí mismo, perjudicando a los demás.
· Estúpido (E): aquel que causa pérdidas a otros, perjudicándose a la vez a sí mismo.
Cuarta Ley Fundamental: Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento, lugar y circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.
Quinta Ley Fundamental: La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe.
De esta forma, vemos alrededor del concepto de Estupidez otro interesante que es el de la Inteligencia y aquí relacionado también con la capacidad de causar daño o beneficio y no con la de entender o comprender las cosas (¿?).

En Las-Cinco-Leyes-Fundamentales-de-La-Estupidez-Humana pueden encontrar un resumen del planteamiento de Cipolla con enunciados que si bien parecen sarcasmos, están llenos de razonamientos fundamentados en sus estudios y análisis; pero sólo traigo acá una de las partes más interesantes, relacionadas con el peligroso poder de la Estupidez.  El estúpido, en su carácter torpe y no planificado, representa para el no estúpido un enemigo casi imposible de contrarrestar e inclusive contraatacar debido a lo imprevisto e impredecible de sus actos. 

Resalto uno de las más importantes errores que de acuerdo con el autor los no estúpidos suelen cometer, y es creer que pueden aprovecharse de los estúpidos para obtener beneficios, cuando en realidad, temprano o tarde, descubrirán que inevitablemente será el estúpido que por fuerza natural y por definición misma, terminará causándole pérdidas o daño.

Una de las infinitas incógnitas que se me sumaron y que por querer saber sólo profundizan mi angustia ante el descubrimiento de nuevas zonas de mi ignorancia fue: ¿es posible actuar produciendo sólo beneficios para todos? ¿Puede una acción producir sólo beneficios o siempre alguien resultará o se sentirá (y por ende resultará) perjudicado, por mi acción u omisión?, ¿Están en estas ecuaciones incluidos sólo los seres humanos o en el ámbito de los influidos (beneficiados y afectados) está todo ser viviente? Tendré que pensar (y no quiero ahorita) un poco más en lo que daño o beneficio significa pues esa es una puerta que al abrirla nos llevará a temas como la moralidad, el masoquismo/sadismo, eutanasia, etc. 

Me pregunté entonces si son realmente opuestas estas nociones a mi entendimiento actual de Estupidez e Inteligencia (¿?).   ¿Qué  es lo que los estúpidos tienen tanta dificultad para entender que los inteligentes comprenden y  que está directamente relacionado con el beneficio o daño que recibes?  Sólo puedo pensar que es la ley infinita de acuerdo con la cual recibes lo que das.  Es esta una ley en la que creo firmemente por lo que en definitiva, el Estúpido en medio de su dificultad para entender las cosas, termina ignorando entre otras, esta inflexible ley.  El inteligente por otro lado, ha logrado comprender que sólo dando se recibe.  En mi modesta opinión, aquel al que Carlos Cipolla llama Bandido, disfruta de un beneficio transitorio que acabará por efectos de esta ley.  Yo me permitiría llamarle como en nuestras sociedades latinoamericanas lo conocemos: “el Vivo”.  El Vivo (Bandido iluso) y el Estúpido tienen en común el causar perjuicio a terceros y de acuerdo con mi convencimiento, es sólo cuestión de tiempo para que el primero empiece a recibir las consecuencias del daño causado, encontrándose entonces en el mismo cuarto con el Estúpido.

Finalmente, me convenzo también de la asombrosa relación inversamente proporcional que hay entre el grado de desarrollo de un país y el nivel de estupidez de su gente. La recuperación económica y el bienestar de los países más aporreados, sólo podría venir cuando el índice demográfico de estupidez se reduzca.  A juzgar por la afirmación de Einstein, parece ser un reto que requiere un esfuerzo infinito.

En todo caso, supongo que por todo esto y sin pensarlo mucho, como lo dije desde el principio de mi juventud y de esta perorata, la brutalidad (estupidez, torpeza para entender las cosas, la viveza) debe castigarse con la pena máxima.


Todos los cerebros del mundo son impotentes contra cualquier estupidez que esté de moda.
Jean de la Fontaine (1621-1695) Escritor y poeta francés.

Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.
Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.